La Vieja Farola. E.Bastardi & M. Perdomo

Esa vieja farola del mar
que en el puerto canario alumbró,
guarda todo un pasado ritual
del Patache y del Paquebot.

Ella fue con el Teide inmortal
la marina atalaya que unió,
la vigilia de un sueño imperial
con la estela triunfal del motor.

Isla tinerfeña, drago y caracola
balcón de esmeralda y de sal,
atlántica posada cordial
que a todas las naves guardó.

Aires de parranda que al marino canta
la vieja farola del mar
porque el puerto siempre es hogar
porque el puerto siempre es amor.

La bahía se abre gentil
con aliento de superación
así abraza a un mundo febril
una Isla que sube hacia el sol.

A esa rada latente y vital
Tenerife debe su esplendor,
pues el puerto es trabajo y es fe,
bienestar de un mañana mejor.

Isla tinerfeña, drago y caracola
balcón de esmeralda y de sal,
atlántica, posada cordial
que a todas las naves guardó.

Aires de parranda que al marino canta
la vieja farola del mar
porque el puerto siempre es hogar
porque el puerto siempre es amor.